Según la definición de la Real Academia de la Lengua Española, la coma (,) es un signo de puntuación que indica una pausa breve dentro del enunciado. Se debe escribir pegada a la palabra o signo anterior y dejando un espacio con la siguiente palabra. Estos son algunos de los usos normativos de la coma:

 

1. Para separar los miembros de una enumeración, excepto entre el último y el penúltimo miembro.

Me gusta bailar, viajar, leer y cocinar.

 

2. En secuencias cuyos elementos están separados por punto y coma (;), para separar el último elemento ante la conjunción „y“.

Por la mañana fuimos a la playa; por la tarde, al museo, y por la noche, a bailar.

 

3. Para separar el vocativo o una interjección dentro de la oración.

María, ven aquí.

Bah, olvida lo que he dicho.

 

4. Para mencionar un autor.

Los hechos, aclara el jefe de policía, se produjeron ayer de madrugada.

 

5. Para añadir un inciso (explicación o aclaración) en frases explicativas o añadiendo un adjetivo o complemento del nombre explicativo.

Pablo Picasso, autor del Guernica, nació en Málaga en 1881.

Mi madre, furiosa, entró en casa dando un portazo.

Mi madre, que estaba furiosa, entró en casa dando un portazo.

 

6. Aunque no se suele colocar ante la conjunción „y“, sí que se usa cuando separa una secuencia cuyo contenido tiene un significado distinto.

Movió los muebles, pintó las paredes, compró nuevos cuadros, y su cliente quedó satisfecho.

 

7. En oraciones compuestas, en las proposiciones consecutivas cuyo nexo es „de manera que“ o „así que“.

Tiene intolerancia a la lactosa, así que no puede tomar leche.

Llegó demasiado tarde a la cita, de manera que le dieron plantón.

 

8. En oraciones compuestas, en las proposiciones coordinadas adversativas cuyo nexo es „pero“, „aunque“ o „sino“.

Puedes ponerte mi vestido, pero ten cuidado con él.

No quieren escuchar más excusas, sino saber toda la verdad.

 

9. Tras ciertos enlaces colocados al principio de la oración: „generalmente“, „posiblemente“, „finalmente“, „es decir“, „o sea“, „sin embargo“, „por último“, „en primer lugar“ o „por último“, entre otros.

En primer lugar, me gustaría presentar el tema.

Generalmente, las críticas no le afectan demasiado.

 

10. Delante de los marcadores „excepto“, „menos“ y „salvo“.

El museo abre todos los días, excepto los lunes.

Todos vinieron a la fiesta, menos Carla y Rosa.

 

11. Al omitir el verbo cuando éste ya ha sido mencionado con anterioridad o se sobreentiende.

Los del equipo A se sientan aquí; los del equipo B, allí.

 

12. En oraciones compuestas, cuando la proposición subordinada va delante de la principal, y para separar la una de la otra.

Si no te gusta la comida china, mejor no vengas con nosotros.

 

13. En los apodos y pseudónimos, entre éste y el nombre real, siempre y cuando dicho apodo se pueda utilizar separado del nombre real.

 

Leopoldo Alas, "Clarín".

 

Tal y como indica la RAE, los usos de la coma por escrito no se corresponden con las pausas que hacemos al hablar o leer. Por tanto, su presencia al leer no siempre indica una pausa y viceversa.