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A) Alternancia vocálica

Afecta a los verbos de la 3.conj. que llevan una „e“ en la penúltima sílaba. En este caso, la „e“ de la raíz (pedir) se convierte en una „i“ en la 3.sg y 3.pl

yo pedí, tú pediste, él pidió, nosotros pedimos, vosotros pedisteis, ellos pidieron 

También afecta a los verbos de la 3.conj. que llevan una „o“ en la penúltima sílaba. Estos verbos cambian la „o“ por una „u“ en las terceras personas (dormir → durmió, durmieron).

Esto ocurre también con otros verbos: seguir, sentir, repetir, conseguir, elegir, reír, seguir, morir, etc.

 

B) Modificación ortográfica

Afecta a los verbos cuya raíz acaba en vocal. Éstos cambian la „i“ de la  terminación por una „y“ en las terceras personas, ya que en español no pueden aparecer tres vocales seguidas.

leer → leí, leíste, leyó, leímos, leísteis, leyeron

Esto ocurre con otros verbos: construir, destruir, creer, huir, oir, caer, etc.

 

También afecta a la 1.sg de algunos verbos que cambian la raíz para adaptarse fonéticamente:

b1) G → GU: apagar > apagué, apagaste, apagó, … 

b2) Z → C: empezar > empecé, empezaste, empezó, … 

b3) C → QU: explicar > expliqué, explicaste, explicó, … 

 

C) Raíz irregular

Hay distintos tipos, según el cambio que hagan en la raíz.

c1) Verbos con „i“: hacer > hice, venir > vine, querer > quise

c2) Verbos con „u“: estar > estuve, poner > puse, poder > pude, saber > supe, andar > anduve

c3) Verbos con „j“: decir > dije, traer > traje, -ducir > -duje (traducir, conducir, producir, reducir, ...)

c4) Verbos completamente irregulares: ser/ ir > fui