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Aunque la Navidad es una fiesta religiosa que se celebra de forma muy similar en la mayoría de países católicos, en cada país hay, además, costumbres propias y España no es la excepción.

Las fiestas navideñas empiezan en España el 22 de diciembre con la Lotería de Navidad – El Gordo. Se trata de un sorteo de lotería en el que se reparten muchos premios y cuyos números ganadores no se dicen, sino que se cantan. Los niños del colegio de San Ildefonso – el más antiguo de Madrid, que antes era un orfanato – pasan la mañana del día 22 de diciembre cantando los números y sus premios correspondientes. Las papeletas que se sortean se llaman décimos y empiezan a venderse meses antes, alrededor de octubre. 

El día 24 de diciembre – Nochebuena – no es realmente un día festivo, ya que la mayoría de gente trabaja. Por la noche, los españoles se reúnen con su familia para cenar, beber y pasar tiempo juntos. No se hacen regalos, como en otros países que comparten la tradición de celebrar Navidad. Desde hace algunos años, sin embargo, se ha importado la tradición anglosajona del Papá Noel, que trae algún regalo a los niños más pequeños.

En la cena de Nochebuena se come carne, pescado y/o mariscos, y las comidas suelen ser muy abundantes. También se toman los dulces típicos de Navidad: el turrón, los mantecados y los polvorones. Después de la cena, es tradición ir a la iglesia a la Misa del Gallo, que se celebra a medianoche. 

Al día siguiente, el 25 de diciembre, es fiesta. Se celebra la Navidad y también es tradición que la familia se reúna para comer al mediodía.

Aunque no tiene relación con las fiestas navideñas, el 28 de diciembre es el Día de los Inocentes, que en otros países se celebra el 1 de abril. La gente gasta bromas, a veces algo pesadas, a familiares y amigos. Los periódicos y las noticias también publican noticias falsas que se desmienten al día siguiente.

La Nochevieja es la celebración del día 31 de diciembre por la noche. En este caso, tal y como ocurre con la Nochebuena, no es realmente un día festivo, sino que la gente trabaja durante el día y sale del trabajo un poco antes para preparar la cena. Es cierto que los españoles suelen cenar tarde, especialmente en verano, pero en Nochevieja cenan un poco más tarde aún, ya que esperan bien despiertos hasta las doce de la noche para tomarse las uvas.

La tradición de comer doce uvas a medianoche, al ritmo de las campanadas en la Puerta del Sol en Madrid, es muy conocida en el extranjero. A partir de las once y media de la noche, todos los españoles encienden la televisión y buscan los canales en los que se emitirán las campanadas mientras preparan los cuencos con las uvas. Tras tomarlas, se suele brindar con cava y después se suele ir a fiestas de cotillón que duran hasta que amanece. Los que aguantan hasta esas horas, suelen cumplir, además, otra tradición: la de desayunar churros con chocolate antes de volver a casa. 

Para empezar bien el año, los españoles se suelen reunir el día 1 de enero con la familia para comer – ardua tarea para aquellos que cumplieron la tradición de desayunar churros tras haber salido el sol. A partir de este día las tiendas y las calles comerciales se abarrotan de gente que busca el regalo perfecto para el día de Reyes.

El día 5 de enero por la tarde, los padres llevan a sus hijos a la cabalgata de Reyes, que representa la entrada de los Reyes Magos en la ciudad. Normalmente acaba en la plaza del Ayuntamiento, donde se colocan tres tronos para que los Reyes tomen asiento y reciban a los niños que vienen a entregarle sus cartas. Para merendar se suele tomar el Roscón de Reyes, que es un pastel en forma de corona relleno de chocolate, nata o crema y decorado con frutas escarchadas. Lo especial del dulce es que en su interior están escondidas dos cosas: una figurita de plástico y un haba. Según la tradición, aquel que encuentra el haba debe pagar el roscón del año siguiente. 

Por la noche, los niños colocan un zapato en el balcón o junto a una ventana para que los Reyes Magos y sus camellos encuentren algo para comer y para beber. Estos dejan los regalos bajo el árbol de Navidad y desaparecen sigilosamente.

La mañana del 6 de enero – último día de las fiestas navideñas – suele empezar bastante temprano para la mayoría de españoles, especialmente de aquellos que tienen hijos pequeños. Los niños se levantan rápidamente para abrir los regalos y, a mediodía, la mayoría de familias se vuelven a reunir para comer.